Roquefort

Viniendo de Roquefort , y antes de la flamante entrada de los Rougiers, Saint-Affrique (sí, hay 2 F) le invita a detenerse para un breve paseo por el centro histórico, entre los muelles del Sorgues y el Pont vieux, en las callejuelas del mercado del sábado por la mañana o para una pausa café en la terraza de la pequeña ciudad.

Desde aquí, tiene 2 opciones:

• Un desvío al Castillo de Montaigut para una visita en familia, la vista sobre el Rougier es admirable.
• O inclinarse por la opción de las visitas al pueblo, con una parada en Camarès, en la carretera de Sylvanès.

Los colores del Rougier, toda la paleta de naranjas y rojos, del rosa salmón al rojo ladrillo, se extienden en gradaciones sobre las fachadas de arenisca… Pasee por el pueblo a orillas del agua, siguiendo el recorrido histórico: la Noria, el Puente Viejo del siglo XI, Notre Dame du Camarès, el antiguo castillo que alberga una rosaleda…